La realización de diferentes acciones de mantenimiento preventivo, y proactivo hacen que los equipos funcionen de manera óptima. Lo ideal es llevarlas a cabo periódicamente siguiendo una planificación como la de nuestros contratos de mantenimiento. Efectuar estas operaciones de manera recurrente ayudará a reducir el número de intervenciones de mantenimiento correctivo y su gravedad. Si desea obtener el máximo rendimiento de su negocio contacte con nosotros para disfrutar del óptimo funcionamiento de sus equipos.
¿Cómo realizar un programa de mantenimiento de una mesa refrigerada?
El mantenimiento de la mesa refrigerada consta de dos fases: una diaria, para limpiar toda la superficie y las zonas circundantes de la mesa. La otra se hace con una periodicidad anual, que debe dejarse en manos de los especialistas.
Lo más recomendable en este último caso es contratar los servicios de una empresa que cuente con un equipo técnico especializado para mantener adecuadamente el aparato. La ventaja de ello es que la compañía se encarga de recordarle la fecha programada para el siguiente trabajo.
¿Cómo se hace la limpieza de las superficies externas de una mesa refrigerada?
Para limpiar de forma adecuada todo el exterior de una mesa refrigerada es necesario lavar con agua jabonosa fría las superficies de acero inoxidable. Tras esto, se aclara pasando un paño húmedo y finalmente se seca bien.
Los expertos aconsejan evitar el uso de sustancias con amoníaco y cloro durante el proceso de limpieza. También de cepillos con cerdas metálicas o lana de acero, ya que pueden dañarla.
¿Cómo se limpia por dentro la mesa refrigerada?
La limpieza de una mesa refrigerada por dentro es muy similar a la de cualquier refrigerador doméstico. Primero debe desenchufarse y retirar todos los alimentos almacenados en su interior. Una vez hecho, se limpian los accesorios y la superficie de acero inoxidable con agua fría y jabón neutro, tal y como se describió en el apartado anterior.
Una vez que se ha limpiado todo el interior de la mesa refrigerada es necesario aplicar un poco de aceite de vaselina o cualquier otra sustancia parecida sobre un paño y pasarlo por todas las superficies de acero inoxidable, creando de esa manera una capa protectora.
Posteriormente es necesario dejar todas las puertas abiertas para que se ventile un poco el interior de la mesa, evitando así la formación de algún posible olor desagradable.
Si la mesa ha estado mucho tiempo sin usarse, antes de volver a activarla, debe realizarse una limpieza integral.